Psicotrading para ser un trader de éxito

Definición de Psicotrading

Varias personas piensan que en su cómputo, cualquier patología cuenta con un origen similar: el pensamiento. Esta concepción es afirmativa para la práctica del trading. Un trader puede conocer la parte que le corresponde teórica al dedillo, pero puede llegar a equivocarse a la hora de acceder al mercado y que las emociones le desborden. Esta ciencia que se encarga de estudiar el comportamiento de estos usuarios para que gestionen sus emociones de la mejor manera posible se llama psicotrading.

Mucha gente piensa que adentrarse en el ámbito del trading y la inversión, es muy parecido a jugar en un casino, y dejarse llevar por las emociones del momento. Es bastante común, que cuando un trader es novato se deje llevar por este tipo de sensaciones. En cambio, el trader profesional y experimentado, tomará un mejor control de sus emociones para no dejarse llevar por ellas y que le influencien a la hora de operar.

Un trader cuando opera experimentará diferentes tipos de sensaciones cuando consiga operaciones ganadoras o perdedoras. Respecto a esto, el trader profesional se caracterizará por guardar una compostura inalterable ante las emociones, sin dejar que éstas dominen su operativa de trading. En esto, fundamentalmente recae el psicotrading.

A medida que un usuario es más vulnerable en dejarse llevar por sus sensaciones y emociones, menor será su rendimiento operacional. Puede llegar a resultarnos una idea absurda el hecho de controlar nuestros pensamientos y sentimientos. Podemos verlo como algo sencillo, sin importancia. Sin embargo, llegar a tomar un control total de las emociones puede llegar a resultar de lo más aparatoso.

Cuando comenzamos nuestro camino de trader, es de lo más normal tener los sentimientos a flor de piel. En cuanto ganamos nos alegramos enormemente, y en cuanto perdemos nos venimos abajo. Controlar las emociones no es algo que logremos desde que comenzamos en este ámbito. Tendremos que trabajar progresivamente nuestra mente para llegar a controlar estos sentimientos. 

En eso recae el grosso del psicotrading, en llegar a obtener dicho control, para que no nos sumemos a la cantidad de personas que han abandonado el trading precariamente al no saber controlar sus emociones cuando operan.

Es primordial que tengamos en cuenta que operar en trading no es para nada como jugar en un casino. Esto segundo depende puramente del azar y la suerte. Sin embargo, el trading dependerá de nuestra entereza para no dejarnos llevar por emociones y en aprender a tomar las decisiones correctas en los momentos apropiados (ya sea abandonar, continuar con una operación o aumentarla). Si nos precipitamos en la toma de nuestra decisión y hacemos las cosas sin pensar correctamente, acabaremos ejerciendo la misma práctica que en el casino.

Nuestro objetivo no consistirá en operar teniendo la suerte de nuestra parte, como si tratáramos de obtener un trofeo. Debemos centrarnos en conseguir ganancias de manera estratégica sin esperar ningún golpe de suerte, puesto que caeremos en una perspectiva imaginaria.

No debemos pensar que todo trader novato o no cuando opera muestre signos de victoria excesiva en el momento de que ganen (aunque estemos acostumbrados a verlo así en telediarios y en el cine). Lo que en este punto nos interesa es ver la conducta a evitar que debemos llevar a cabo. Identificar esta conducta será el primer paso para contrarrestarla.

Emociones en Psicotrading

El mayor enemigo de todo trader es su propia mente y sentimientos. El psicotrading nos orientará para identificar estos sentimientos y tratarlos de la manera más adecuada. En trading existen cuatro emociones principales muy características: la esperanza, el miedo, la euforia y la avaricia.

Aunque emociones como la esperanza y la euforia denoten una característica positiva, tienden a resultar como algo negativo a la hora de operar en trading, debido a que llevan a los traders a hacer acciones sin sentido que en un principio no pensaban ejecutar.

Para ver exactamente a lo que nos referimos con todo esto, veremos estas 4 principales emociones de manera desglosada.

La emoción del miedo

Este sentimiento se trata, nada más y nada menos, que de una de las emociones más comunes a la hora de empezar con nuestra operativa en trading. Existen dos clases: el miedo secundario y el primario.

En cuanto al miedo primario, comienza en el momento en el que te adentras por primera vez en el trading. Previamente has estado analizando datos y gráficos y te asalta esta emoción al plantearte si la primera operación que lleves a cabo te saldrá rentable. 

Tras debatir en tu mente esta primera emoción, llegas a la conclusión que es el momento de empezar, pero te vuelve a saltar la misma sensación con un ápice diferente de incertidumbre. La duda se manifiesta y te preguntas si realmente estás listo para empezar.

Cuando estamos a punto de tomar una decisión, aparece en nosotros el sentimiento de duda, al sopesar ventajas y desventajas de llevar a cabo una acción. En este momento, nuestras emociones pasan a tomar parte del proceso de evaluación.

Si esta situación de miedo y duda se alarga en el tiempo, debatiéndonos incluso por semanas, de sí nos lanzamos en nuestra primera operación cuando ya estamos listos se le puede denominar ya algo similar a miedo crónico. Lo más común, es superar esta fase de miedo primario en poco tiempo. Sin embargo, existen individuos que se encuentran en un estado de miedo por el hecho de convertirse en inversores de trading.

Algunas condiciones que nos llevan a este miedo, cuando todavía no hemos operado en trading pueden ser: que analicemos en exceso una situación de manera que acabemos entrando en un ciclo que no acaba; que nos aborde la incertidumbre por una operación ya ejecutada; que contemos de entrada con un hábito de revisión constante; y ser personas excesivamente responsables respecto a nuestro entorno.

¿Y qué podemos hacer al respecto? Tendremos que entender detenidamente la razón por la que sucede. Con el estudio del psicotrading, podemos conocer los mecanismos de evasión más comunes a la hora de empezar a operar y cómo actuar al respecto. Algunos casos pueden ser: 

• “Voy a perder dinero”:  el usuario inicia su operación por primera vez invirtiendo una pequeña cantidad monetaria. No tenemos por qué predefinir una acción operativa grande con muchísima antelación para conseguir el éxito. Aunque la primera operación que llevemos a cabo, resulte no ser rentable, debemos tomárnoslo con un paso previo para conseguir mejores resultados más adelante. Debemos tenerlo en cuenta como una inversión.
• “No sé lo suficiente. Me queda mucho por aprender”: un usuario que no ha operado con anterioridad y no ha conseguido resultados, ni buenos ni malos, no puede estar seguro de si cuenta con los conocimientos necesarios para lanzarse a operar. Podemos verificar nuestros conocimientos, una vez que completemos algunas operaciones. No tenemos por qué hacerlo en real, podemos probar con una cuenta demo primero.
• “Estoy perdiendo dinero. Soy mal trader por ello”: podrás determinar si eres buen o mal trader tras haber ejecutado al menos unas 10 operaciones. Haciendo un análisis consolidado podremos más fácilmente identificar cualquier tipo de error, para posteriormente solventarlo.
• “Tengo miedo y no puedo controlarlo”: es habitual sentir esta emoción, pero debemos aprender que existen iniciativas a tomar para controlarlo. Algunas recomendaciones pueden ser: escoger un instrumento con volatilidad pequeña; llevar a cabo un plan de trading a c/p; y ten en cuenta que cuando compres y vendas abras posiciones con bajo volumen.

Por otro lado, tenemos el miedo secundario, al que resulta más difícil de encontrar una solución, puesto que aparece por algo real acontecido y no por mera imaginación. Sucede en el momento en el que hemos operado y hemos sacado de ello una experiencia negativa. Los casos más comunes en los que aparece son:

• Con operaciones negativas: cuando realizamos operaciones y estas no resultan exitosas, puede aparecer este sentimiento, tanto al hacer una pequeña operación como al haber hecho varias operaciones que no han resultado rentables.
• Cuando sientes que no puedes hacer nada: este miedo secundario al ser fruto de hechos reales resulta más potente que el primario. Este miedo más secundario puede repercutir en el propio ánimo de la persona, llegando a pensar que no tiene nada que hacer al respecto.
• Con la idea de que siempre corremos riesgo: todo trader en algún momento de su recorrido se encuentra en esta situación. Todo inversor comete algún error en algún momento, por lo que pasar por el miedo secundario sucede siempre.
• Cuando me pregunto qué debo y puedo hacer: lo más importante cuando obtenemos una operación negativa, es preguntarnos la causa de la misma. Tendremos que analizar los errores que hayamos podido cometer.

La emoción de la avaricia

Esta es otra de las emociones predominantes en los usuarios de trading. Debemos tener en cuenta que la avaricia y el miedo son dos polos opuestos. Cuando se manifiesta uno, no es normal que el otro aparezca en un trader. Cuando un trader tiene miedo, es reciente a entrar en el mercado y operar. Cuando siente avaricia, pasa algo muy distinto, puesto que se precipita en determinadas ocasiones llegando a perder el capital invertido y no cuenta con una visión realista del mercado.

Es más, podemos decir, que tanto el miedo como la avaricia sólo se parecen en una cosa: en que pueden gestionarse con las prácticas de psicotrading y con un correcto plan de trading.

El sentimiento de avaricia puede suceder en dos ocasiones: de entrada al operar como mera característica del usuario; o bien como sentimiento resultante de haber obtenido varias operaciones exitosas.

Igualmente este sentimiento nos aborda en el momento en el que hemos conseguido rentabilidad con determinadas operaciones y pensamos que podríamos conseguir más dinero, puesto que creemos en un control ficticio del mercado. 

Esta emoción tiende a ser una de las más peligrosas, ya que disminuye nuestra precaución a la hora de operar. Todos sabemos que modificar determinadas actitudes en nosotros mismos no es del todo fácil. Deberemos trabajar en ello para controlarlo de cara a que no nos perjudique en nuestra operativa. Dos claves claras serán que tengamos una correcta organización de nuestro trabajo y que contemos con un plan de trading bien analizado.

La emoción de la esperanza

Aunque parezca un sentimiento inofensivo y bueno, en trading la esperanza puede llegar a ser perjudicial. En el momento de adentrarnos en el trading nos aborda un sentimiento positivo acerca del futuro. Algo similar sucede al empezar a estudiar algo en concreto. En trading operar con la idea de la esperanza en mente puede perjudicarnos de manera que tengamos fe en que algo muy poco probable suceda, traduciéndose en pérdidas.

Tendremos que entender hasta qué punto es bueno un sentimiento de esperanza, dependiendo de la situación. La esperanza tiene la particularidad de surgir siempre en un mismo punto: en el momento en el que empezamos a denotar pérdidas en nuestras operaciones.

Una cualidad clave de este sentimiento es que nos captura por completo, y una vez caemos en ella es muy difícil abandonarla. A medida que más pérdidas tiene, el trader cae en la idea de que puede recuperarse en algún determinado momento, como si de un milagro se tratase. La esperanza suele abordarnos a todos en algún momento, en mayor o menor medida. Lo importante será saber controlarla y gestionarla con las técnicas del psicotrading.

Tendemos a dejarnos llevar por ella cuando no seguimos lo estipulado en nuestro plan de trading o cuando carecemos de uno. Respetando dicho plan de trading, es más que probable que no nos dejemos llevar por ese sentimiento de esperanza. 

La emoción de la euforia

La euforia tiende a aparecer cuando conseguimos varias operaciones exitosas. Debemos aprender a controlar dicha emoción para que no nos domine, de lo contrario podría afectar negativamente en nuestra capacidad de análisis situacional del mercado. Ya sea esta o algunas de las emociones mencionadas con anterioridad, si no se siguen las pautas del psicotrading, es muy probable que disminuyamos nuestra eficiencia como traders.

Cuando nos dejamos llevar por una emoción nuestro comportamiento racional disminuye, tendemos a abandonar la sensación del posible riesgo al operar, y aminoramos nuestro control sobre nuestra operativa. Al contrario que con la esperanza o el miedo, la euforia tienden a sentirla los dos tipos de trader: novatos y profesionales.

Como bien decíamos este sentimiento suele aparecer tras conseguir éxito en varias de nuestras operaciones de trading. Cuando nos aborde en primer lugar la alegría como tal, deberemos aprender a gestionarla, como una pequeña sensación de logro por el trabajo bien ejecutado, pero hasta cierto punto sin que nos domine.

Mientras gestionemos la alegría tras conseguir rentabilidad en una serie de operaciones, no caeremos en el estado posterior de euforia. Deberemos tomarnos la situación en serio, pensando que nuestro beneficio obtenido representa nuestro salario, y no podemos jugar con él en base a nuestras emociones.

Aquel trader que haya conseguido una cantidad superior a 5 acciones operativas exitosas, o que haya incrementado el volumen de su depósito periódicamente en poquísimo tiempo, tendrá muchísimas probabilidades de caer en el sentimiento de euforia. Para paliarlo deberán usarse los correspondientes mecanismos de psicotrading.

Y la pregunta clave que debemos hacernos para combatir esta emoción será: ¿qué podemos hacer?. Podemos empezar diciéndonos a nosotros mismos que tenemos que trabajar gestionando las emociones para que se manifiesten en el menor grado posible. Tendremos que saber también en qué momento puede aparecer dicho sentimiento, para poder controlarlo al momento de mostrarse.

Practicar el Psicotrading

La intuición en el trading es un concepto particular, puesto que a veces se le presta bastante atención, y otras no tanto. La intuición se basa en recuerdos pasados de situaciones acontecidas en el mercado, operaciones realizadas y análisis previos. Por ello, tiene una relación clara con el concepto de la memoria.

No hay que confundir la intuición con el concepto de misticismo, con el que podemos entre comillas averiguar el futuro. Está comprobado que cualquier acontecimiento que haya vivido una persona, o cualquier cosa que esta haya visto, no se olvida como tal. Esto mismo pasa con el trading cuando el trader opera y va guardando toda la operativa del mercado en su memoria.

Toda esta información se va almacenando en nuestra memoria y subconsciente, para que cuando se manifieste una situación parecida, el recuerdo aparezca en forma de intuición para prevenir determinadas situaciones operacionales.

Si queremos trabajar nuestra intuición, para empezar lo que podemos hacer es una vez a la semana iniciar un gráfico en limpio, sin ningún tipo de indicador y similar, para posteriormente hacer una evaluación situacional por medio de nuestra vista. No tendremos que buscar ninguna clase de patrón. La intuición como tal, tiende a mostrarse pasados unos 5 a 10 segundos de estar visualizando el gráfico, tras este corto período de tiempo, si no aparece, es posible que nunca lo haga.

Pero tenemos que tener en cuenta que esta práctica únicamente funcionará si tenemos a nuestra espalda un recorrido mínimo de trading, en el que hayamos operado por lo menos durante 6 meses. Analizando un gráfico durante los segundos comentados, dejamos de lado el subconsciente para pasar a la parte consciente de nuestra mente. Al hacer esta práctica, cerraremos el gráfico y nos dirigiremos al espacio de trabajo cotidiano, a los esquemas donde llevamos a cabo los análisis estándar.

La recomendación será repetir esta práctica con diferentes instrumentos una vez a la semana únicamente. Como pasa con las emociones, deberemos mantener cierto cuidado con la intuición. Si trabajamos normalmente con información objetiva, esta debe primar para tomar decisiones importantes, la intuición es solo un apoyo más, pero no un determinante a la hora de operar. La intuición debe tomarse como una clase de filtro, nada más.

Control emocional con Psicotrading

En definitiva, visto todo lo anterior, podemos estimar perfectamente que el objetivo principal del psicotrading es la gestión de los sentimientos y emociones a la hora de operar en la práctica del trading. Nos ayudará bastante para evitar errores innecesarios en nuestra operativa.

Por ello, debemos tener muy presente que no deberemos entrar a operar en el mercado si vemos que estamos abrumados por alguna de las emociones mencionadas. Estas emociones se ven favorecidas si tenemos un control obsesivo de observación de los gráficos de trading. Deberemos pues evitar esta conducta. Tras establecer nuestro stop loss y take profit tendremos que dedicarnos a llevar a cabo otros asuntos.

Si vemos que estamos demasiado centrados en nuestra operativa, un buen consejo sería dejar de lado el ordenador por unas horas para evadirnos y no obsesionarnos, de manera que favorezcamos la aparición de una de estas emociones. Tenemos que intentar tener la mente fría, no actuar deprisa y corriendo y no dejarnos llevar en determinadas situaciones por el miedo.

Tienes que tener presente en todo momento que tu enemigo principal a la hora de operar en trading serán tus emociones. No olvides tener siempre presente tu plan de trading y no dejarlo de lado. Una recomendación importante es que si no estamos pasando por nuestro mejor momento emocional o físico, no deberíamos iniciar nuestra operativa en trading, corriendo el riesgo de vernos influenciados en la calidad de nuestra operativa.

No te guíes puramente por consejos de terceros, puesto que la operativa de cada uno es independiente. Debemos tener en cuenta que si en algún momento nos encontramos en una situación de pérdidas, es algo normal, a cualquier trader le pasa, sea novato o experimentado. 

Al principio de nuestro recorrido operativo, lo mejor será probar a operar con una cuenta demo, donde nos aseguremos de que tenemos los conocimientos suficientes para trabajar, que tenemos un plan de trading consistente y que estamos aprendiendo a controlar nuestras emociones. Aunque eso sí, ten en cuenta que no sentirás lo mismo operando en una cuenta demo con dinero ficticio, que operando en una cuenta real con tu propio capital.

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